Instituto Alemán de Puerto Montt
 
 
 
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Clasificación J2 Ch863
Autor(es) Ferrer, María Teresa Palomas, Francisca
Título(s) Un deseo para Alberto
Edición
Editores
Lugar de Edición
Fecha de edición
1a ed.
S.M.
Santiago, Chile
2012
Notas Primeros lectores
Resumen Alberto es un niño que un día caminando con mucha sed se encuentra con una pileta de medio de una plaza. Se dirigió hacia ella para sacar un chorro de agua y saciar su sed, pero no salía nada. Alberto le pega una patada y una voz extraña le responde. Venía del interior de una abertura: era un sapo. El sapo se presenta rápidamente al niño y le dice que es un sapo condenado a cumplir deseos. Alberto entre extrañado y sorprendido, se queda pensando en qué puede pedirle al sapo. Tenía que pensarlo muy bien para no desperdiciar su única oportunidad. El primer deseo de Alberto, fue que el sapo le concediera cuatro deseos. Luego de una vacilación y magia, el sapo le concedió dicho deseo. El sapo le dijo que había cumplido uno de los cuatros deseos, así que por lo tanto le quedaban tres. Alberto, hablando en voz alta, dice que es muy difícil, que le gustaría que se le ocurrieran muchas cosas, de esa forma utilizó su segundo deseo. En ese mismo momento por la cabeza de Alberto empezaron a surgirles muchas ideas, tenía muchas cosas en mente y solo tenía dos deseos para que se le cumplieran. Y dice: “Quisiera poder escoger uno de los deseos de todos lo que se me ocurre”. Es así como el sapo le concede su tercer deseo, pues el sapo hace que a Alberto se le ocurran muchas cosas en su cabeza. Alberto se pone nervioso, había usado sus tres deseos y ahora solo le quedaba uno. Tenía que pensar mucho, pero mucho para no equivocarse de nuevo. Primero pensó vivir en una mansión. Luego, en tener poderes mágicos y viajar por el mundo. Después en una montaña llena de dulces y chocolates. Todas las ideas anteriores lo llevaron a pensar que sería muy triste tener todo eso y que el pobre sapo se quedara encerrado en una alcantarilla cumpliendo los deseos de otros por obligación. De esta manera, es que a Alberto se le ocurre su cuarto y último deseo: pide que el sapo salga de esa asquerosa alcantarilla y se quede liberado de cumplir los deseos de otros. El sapo, se queda sorprendido del último deseo y sin pensarlo dos veces comienza a tomar mucho aire, dejó caer sus párpados y muchas chispas luminosas flotaron a su alrededor. Enseguida, bota el aire que había tomado inicialmente y en un suspiro se deshinchó. Era como si el sapo hubiese salido de un hechizo y volvió junto a otros sapos que estaban alrededor. Alberto continuó en su camino y recordó que tenía mucha sed. Dijo que si se encuentra con otro sapo que concede deseos, le pediría una bebida.
Descripción

Copias

No de registroStatusLugar
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Materias
1.Literatura Infantil Chilena
 
 
 
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